Mi afición por el dibujo

Siempre me gustó el dibujo porque con un simple lápiz puedes hacer que formas y volúmenes sobresalgan del papel
Alguna vez pensé en estudiar Bellas Artes pero al final me orienté hacia temas financieros, que es a lo que me dedico ahora.
En mi época de estudiante me relajaba dibujando lo mas cercano, el flexo, el sacapuntas o la cafetera de las interminables noches de estudio.

Al principio los estudios y más tarde el trabajo, la familia y el cuidado de mis padres, me han absorbido todos los ratos libres y me han impedido disfrutar con algo que  me gusta.

A mediados de los ochenta hice algunos dibujos a plumilla de calles y monumentos, técnica muy de moda por aquella época.

En algunos casos introduje algo de color

En mis ratos libres

Actualmente durante la semana, como cualquier persona, sigo esclava del trabajo pero gracias a que mi familia ya no requiere de toda mi atención, los fines de semana se los dedico a desarrollar mi afición por el dibujo y la pintura. Los resultados todavía no son satisfactorios pero simplemente me relaja y me gusta.

Desde hace poco mas de dos años los viernes por la tarde voy a la Universidad Popular a clase de pintura y los sábados por la tarde monto el estudio en la cocina de mi casa.

En clase inicialmente empezamos por el dibujo a carboncillo

Iniciándome con el color. Pintura a pastel

Para iniciarme en el color empecé con el Pastel dibujando, como siempre, lo que tenía a mano.

El otoño nos ofrece infinidad de frutos ideales para formar bodegones como los membrillos, granadas, manzanas o calabazas.

Mi marido dice que mis cuadros parecen un catálogo para una frutería
Como ya dije, mi estudio es la cocina y el reflejo de estos membrillos y calabazas el de la vitroceramica en la que los apoyé.

Intentas reproducir formas y texturas y para ello bien valen las licoreras de la abuela

O los huevos que tu misma compraste hace un rato y con los que luego harás una tortilla.

Es el resultado de ser ejecutiva, ama de casa y artista al mismo tiempo.