martes, 18 de agosto de 2020

MEMBRILLOS Y GRANADAS

 


Sigo experimentando nuevas técnicas reinterpretando   temas que ya había pintado 


  

domingo, 12 de julio de 2020

BODEGÓN EN ROSA



Acrílico sobre tablero (38 x 30 cm.)
Mi profesora me ha propuesto dejar a un lado el realismo y utilizar manchas de color sin preocuparme demasiado por la forma.
Todos me felicitaron por la evolución en el trazo, pero fijándome en la manzana me ha dado cuenta que hace diez años, en 2009, yo ya pintaba así.









RETRATO EN ACRÍLICO

Acrílico sobre lienzo  (40 x 32 cm.)

Mi padre era muy friolero y muy sordo. Aún me parece verlo de esta guisa en su sillón frente al televisor.

Este retrato lo hice en pleno confinamiento pero el original lo tenía digitalizado y lo lo pude imprimir.Lo tuve que pintar fijándome en el telefono móvil.

lunes, 29 de junio de 2020

RETOS ARTÍSTICOS EN ÉPOCA DE CONFINAMIENTO

 Durante la época de confinamiento por la COVID-19, en el grupo de pintura, cada semana realizábamos divertidos retos artísticos. Estos retos nos dieron la oportunidad de evadirnos  del  entorno de reclusión, de hacer pequeñas incursiones en técnicas ,materiales y temas que normalmente no utilizábamos, todo ello sin el encorsetamiento de las técnicas que practicamos habitualmente.

Reto: realizar una obra usando recursos caseros a nuestro alcance.




Como soporte utilicé un archivador donde guardar fuera del   recuerdo todo lo malo de la pandemia. Para colorear utilicé remolacha, colorante alimentario, café soluble,detergente  etc

Reto: Versionar el cuadro de Gernica adaptándolo a los estados emocionales que provoca el COVID-19




 Adaptación de la simbología de Picasso a la actual guerra contra el coronavirus, vista desde la retaguardia de nuestras casas. Aplausos, mascarillas, mascotas, niños y vida familiar , pero manteniendo la figura del hombre caído en representación de tantas victimas , que son la verdadera tragedia de esta y todas las guerras.

Reto:Mediante grafismos expresar ¿qué dejo dentro? ¿qué dejo fuera? en época de covid-19



 -Pandemia entre estaciones- Representación mediante grafismos de la pandemia que se nos ha colado entre las estaciones.


Detalle de los grafismos en el pelo del autorretrato (ver entrada anterior   http://rpuche.blogspot.com/2020/04/ )

Reto:¿Qué  como? y ¿cómo como durante la covid-19? Representar nuestra relación con los alimentos, usando los que normalmente comemos.


-Para adelgazar: verduritas y a bailar-




-Atardecer de calabaza-




-Marejadilla de lombarda-

El confinamiento nos obligó a reducir a la mitad las raciones de carne para así distanciar las salidas al mercado. La dieta ha sido mucho mas mediterránea, con potajes,guisos con verduras, arroces , pastas... y aunque parezca contradictorio toda la familia adelgazamos.


Reto: Si yo fuera coronavirus. Técnica libre

En este caso opté por la viñeta cómica para suavizar el drama de la pandemia.

Reto: Interpretación del color- Interpretar una obra de otro autor según una gama de colores elegida 



Para este reto elegí los girasoles de Vincent van Gogh utilizando la gama de colores de otro cuadro suyo.

Reto: Ilustración de un poema del libro de Mónica Carrillo "El tiempo todo Locura" Técnica Libre



En este caso, siguiendo el estilo de la portada del libro, utilicé la técnica digital, componiendo en Photoshop una imagen minimalista que diera idea del paso del tiempo y el capricho con el que la autora juega con las palabras.

Reto: Fotografía. Buscar la belleza en objetos y entornos que  "a priori" no nos parecen interesantes.













Las macetas de mi balcón se transforman y se vuelven enigmáticas cuando las acercas con el macro.


Reto:Fotografía. Series de fotografías como modo de expresión

- Pasarela-
Colección otoño invierno
Colección primavera verano

La duración de la pandemia me ha obligado a diseñar una nueva colección de verano con color y sobre todo mas ligera. 

-A pesar de todo, cada día amanece en mi ventana- 

Somnoliento
Frio
 Borrascoso
 De fuego


Reto: Relato.Suponemos que la fotografía facilitada es la portada de un libro, a partir de ella desarrollamos nuestro escrito.



LA DAMA DEL COLGANTE

2020 no había sido un buen año, un año de una pandemia que toda la población había sufrido con mayor o menor virulencia. Un año que recordaría la historia pero que en esos momentos todos deseaban arrancar de sus memorias.
El sistema inmunitario del  murciélago transmisor de la enfermedad fue la base para  la obtención de una vacuna por parte de  un consorcio de investigadores Estaunidenses  y científicos de todo el mundo.
Ya había pasado un mes desde  la vacunación masiva y a la vista de los buenos resultados toda la población  se preparaba para dar la bienvenida a la esperanza de un año nuevo.
Había mucha pena y tristeza contenida, no tanto por los siete meses de confinamiento sino por tantas perdidas de seres queridos, perdidas de trabajo, de negocios  y de lo que los políticos vienen a llamar estado de bienestar

Natalia era una victima más de la pandemia, acababan de desaparecer  las marcas que las mascarillas  dejaron en su cara, pero aún permanecían otras heridas mas profundas. Se encontraba perdida, sin familia, sin saber que dirección tomar, incluso se estaba planteando si seguir con su profesión.
Había perdido a su padre por el virus y a su pareja también se lo llevó la pandemia, aunque no el virus, la verdad es que ni siquiera sabría decir ahora el motivo de la ruptura.

Un día al recoger el correo a la vuelta del trabajo, entre publicidad y cartas de bancos, encontró un sobre que solamente por sus letras doradas, el gramaje y el tacto de su papel,  invitaba a abrirlo.
Se trataba de una invitación del Casino de Madrid a una gran fiesta de mascaras para recibir el año nuevo. Natalia había estado en el Casino en alguna convención de medicina, y recordaba la  impresionante  escalera de la  entrada con alfombra roja de remates dorados y el recepcionista negro con librea roja y sombrero de copa que inclinaba su cabeza para darte la bienvenida.
En su interior un distribuidor central, con sofás y un piano, desde el que volvían a surgir  las alfombradas escaleras que llevaban a múltiples sales de vidrieras, espejos o majestuosas lámparas de araña.
Pero ¡Que tontería! Seguro  que  la invitación  era un engaño, se dijo a sí misma.

Al día siguiente era sábado y se disponía a salir a dar un paseo y ver tiendas, era la primera vez que lo hacía en  casi un año. Buscando unos pendientes  en un cajón encontró un pañuelo de seda  con encajes que envolvía un bonito colgante de perlas con una piedra verde en el centro. Lo había olvidado por completo y llegó incluso a entristecerla.
Era un regalo  de Doña Maria, una anciana encantadora de 87 años que nunca se quejaba a pesar de la insuficiencia respiratoria que le causaba el virus. Nunca  aceptó el regalo, a pesar de que la anciana le repetía que era una baratija,  pero  una vez que muriera la anciana tras no haber podido disponer de un respirador,  lo encontró en  el bolsillo de su bata.
La saturación de las urgencias y la falta de medios en la primera fase de la pandemia, obligó a los facultativos a decidir en un momento quien debía vivir y quien  no, una facultad que solo tiene Dios y esa era una de las heridas que en Natalia aún no habían cicatrizado.

La gran vía estaba a rebosar, tal vez con más abarrotada de lo que nunca la había visto. Natalia paseaba como metida en una burbuja casi sin oír al gentío que le rodeaba. Se desvió a una calle adyacente y se paró junto a una pequeña tienda, un antiguo atelier. En el piso  superior se entreveían tras los cristales maniquís con vestidos de fiesta. Un señor de cierta edad la invitó a pasar y tras subir al piso superior no cesaba de mostrarle vestidos de fiesta. El silencio del local le hizo volver a la realidad y entonces sacó el colgante que había metido en el bolso. Los ojos del hombrecillo se iluminaron al ver la joya y se perdió entre un mar de vestidos para regresar con un sencillo pero elegante vestido negro que Natalia casi como un autómata, después de probárselo, compró.
Cuando ya estaba casi saliendo del local  vio al dueño  que corría escaleras abajo con un antifaz que representaba un murciélago, que según él se había utilizado en la opereta “el murciélago” de libreto alemán y música de Johann Strauss II. –Quédeselo le viene muy bien al vestido y al colgante- y ella acepto agradecida su regalo.

Natalia se encontraba en la puerta del Casino de Madrid, no sabía que extraños sentimientos le había llevado hasta allí, entró y efectivamente era como recordaba solamente que con una profusa decoración navideña que lo inundaba todo. Tan solo entrar en el salón del piano sintió como todas las miradas se clavaban en ella y es que estaba espectacular, el vestido realzaba su figura, la máscara suscitaba intriga y el colgante hipnotizaba a todos.
Desde el primer momento alguien le ofreció una copa de champan y enseguida entablo una conversación con ella. No era el típico ligón, ni el pesado que no te puedes quitar en encima. Hablaron de cosas sencillas de su vida. Él le contó que acababa de venir de Estados Unidos y que había colaborado en la obtención de la vacuna.
Hablaron largo y tendido y casi al filo de la media noche, él se atrevió a preguntarle por el colgante.
Natalia le contó la historia y él le confesó que era de su madre, que había enviado una invitación a todas las doctoras del hospital en la época de que estuvo su madre,con la ilusión de que llevara el colgante puesto , para conocerla  y darle las gracias en nombre de su madre. El colgante era una reliquia familiar y estaba seguro que su madre  se lo habría regalado porque la  apreciaba mucho.
En ese momento sonaron  las doce campanadas, gritos, aplausos, besos, confeti. Natalia se quitó la máscara y la lanzó tan  lejos como pudo, como si  las alas del murciélago  pudieran  hacer  volar muy lejos todo lo malo de ese aciago año, todo lo que llevaba agarrado en el pecho y que ya era hora de dejar atrás.
Feliz 2021 un año nuevo.

FIN








jueves, 23 de abril de 2020

AUTORRETRATO EN CONFINAMIENTO


(Grafismos en acrílico sobre papel de acuarela (30  x 23 cm)
Estado de alerta

¿Cómo me siento?
¿Qué dejo dentro? ¿Qué dejo fuera?

Fuera el coronavirus y todas sus repercusiones 
Dentro toda la fantasía y el color que mi mente pueda albergar, banalidades y pensamientos que me protejan del mundo exterior.
Sin embargo mi rostro serio denota  la racionalidad y preocupación que el color y la fantasía no pueden paliar