Haciendo retratos me siento muy cómoda y como dice mi amigo Julián me ayuda a relajarme.
El retrato a lápiz me resulta muy asequible porque no necesitas muchos materiales, ni pinturas que manchan y que debes esperar a que sequen.
Estos retratos los suelo hacer por las noches, una vez acabada la jornada, mientras veo una de tantas series insulsas que nos dan por televisión.
Al pasarlo a fotografía no se puede apreciar las distintas tonalidades y texturas que dan los aproximadamente 10 lápices de distinta dureza utilizados en cada retrato.
¡Enhorabuena por tus trabajos!Me gustan los que veo. Eres una artista
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