El edificio actual, lo terminó de construir el arquitecto Joaquín de Rucoba en1879. En este solar inicialmente se ubicaba un taller naval de origen nazarí, del que sólo se conserva esta puerta de mármol y de donde proviene su nombre; atarazana (lugar donde se reparan barcos), lo que nos da idea de que en el tiempo nazarí esa construcción estaba a orillas del mar. Posteriormente ese mismo lugar, se utilizó como convento, cuartel militar, hospital y escuela.
Joaquín Rucoba, arquitecto cántabro que construyó entre otros el Ayuntamiento de Bilbao y el teatro Arriaga, fue nombrado arquitecto municipal de Málaga y construyó también la plaza de toros de la Malagueta y el parque.
La construcción consiste en un esqueleto metálico cerrado con piedra y mampostería. La parte posterior a esta portada se corresponde con otra estructura metálica en forma de frontón triangular a la que se abre un gran arco de medio punto con una gran cristalera
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